sábado, 12 de noviembre de 2016

Se modifican los límites de contaminación del aire

La contaminación atmosférica perjudica a nuestra salud y al medio ambiente. Aunque son muchas sus fuentes, procede principalmente de la industria, el transporte, la producción de energía y la agricultura. La nueva estrategia de la Unión en materia de calidad del aire persigue el pleno cumplimiento de la legislación vigente sobre la calidad del aire para 2020 y fija objetivos a largo plazo para 2030. El aumento del tráfico y de la actividad industrial a menudo también tiene como consecuencia la contaminación acústica, que puede perjudicar a la salud humana. La Directiva sobre el ruido ambiental contribuye a determinar los niveles de ruido en el interior de la Unión y a la adopción de las medidas necesarias para reducirlos a valores aceptables. Existe asimismo legislación específica sobre las emisiones sonoras procedentes de fuentes concretas.

Sobre la base de los objetivos fijados en la estrategia temática sobre la contaminación atmosférica de 2005 (disminuir, para 2020 respecto de los niveles registrados en el año 2000, las partículas finas un 75 % y el ozono troposférico un 60 %, así como reducir un 55 % la amenaza que plantean para el entorno natural tanto la acidificación como la eutrofización), en junio de 2008 se adoptó una Directiva revisada sobre la calidad del aire ambiente, por la que se fusionaba la mayor parte de la legislación existente en este ámbito. Únicamente la cuarta Directiva de desarrollo de la anterior Directiva marco sobre la calidad del aire permanece vigente en la actualidad; fija valores objetivo (menos estrictos que los valores límite) para el arsénico, el cadmio, el níquel y los hidrocarburos aromáticos policíclicos.

El paquete también incluye un nuevo programa «Aire Puro para Europa», que describe el problema y las medidas políticas necesarias para alcanzar los nuevos objetivos intermedios de cara a la reducción del impacto sobre la salud y el medio ambiente de aquí a 2030, así como una propuesta de ratificación del Protocolo de Gotemburgo modificado al Convenio de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia para reducir la acidificación, la eutrofización y el ozono troposférico. También se incluye en el paquete una propuesta de nueva Directiva sobre la limitación de emisiones atmosféricas de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas procedentes de instalaciones de combustión medianas (las grandes instalaciones de combustión ya son objeto de regulación), que establece normas para medir las emisiones de monóxido de carbono (CO).
Parlamento europeo