viernes, 31 de enero de 2020

Todo lo que debemos a los animales

At the time of writing, Australia is on fire. The fires have killed at least 25 humans and more than a billion animals. Animals such as koalas are especially at risk, since their normal response to threats – climbing to the tops of trees – leaves them vulnerable in the case of fire. As a result, an estimated 25,000 koalas have died and many more will die in the coming weeks.

In 2018, Hurricane Florence swept through North Carolina. The floods killed at least 59 humans and many animals, including at least 3.4 million farmed animals and an unknown number of wild animals. Since farmed animals live in captivity, they not only had no help from us but also had no way to help themselves. They were left alone as the waters rose, with predictable results.

More generally, changing weather conditions are causing animals to suffer and die all around the world. Aardvarks in the Kalahari are starving because of increasing drought. Black bears in the United States are unable to hibernate because warming temperatures are waking them up and preventing them from going to sleep. The Australian mosaic-tailed rat is now extinct because of rising sea levels. Countless aquatic animals are dying each year because of ocean acidification.

Human-caused climate change is increasing the frequency and intensity of such events. As global average temperatures rise, we can expect rising sea levels, an increase in the frequency and intensity of extreme weather events, flooding coastal areas, and regional conflicts over land, water and food. And while some animals will adapt, many will not. If we stay on this path, we will subject quintillions of animals over the next century to the ravages of disease, weather and ecosystem collapse.

Human activity harms animals in many other ways, too. We breed and kill at least 100 billion animals per year for food and at least 115 million per year for research. Fishing kills 1-3 trillion animals per year. Deforestation destroys animal habitats. Leaf blowers and light pollution kill insects. Building and vehicle collisions kill at least a billion animals per year. This year, more than 300 birds were injured or killed in collisions with a building in North Carolina in a single night.

These impacts raise the question: what do we – that is, humans in the global 1 per cent – owe animals in the context of human-caused ecological disaster? I think that the answer to this question is clear. If our actions are harming other animals, then we have a responsibility to try to reduce or repair these harms. Yet this will not be easy to do. It will take not only time, energy and money but also foundational social, political and economic change...
...Our history of intervening in complex systems confirms this fear. In general, humans are all too willing to interfere with systems that we barely understand to improve them according to our own standards. When we embark on such projects, our intentions might be good, but our impacts can still be bad, and can reveal a worrying degree of arrogance. We see this tendency in colonialist efforts to reshape some human communities to resemble others, often with disastrous results. We also see it in anthropocentric efforts to reshape nonhuman communities to resemble human communities, often with similarly disastrous results...
...Human-caused climate change is both a threat and an opportunity. It will systematically change the planet, exposing billions of humans and quintillions of nonhumans to a variety of risks and harms. At the same time, in showing us the limits of our current systems, it reveals the need for new systems – new ways of living together within and across nations, generations and species. As we create these systems, we have the chance to make the world a safer place for everyone involved. We should take it.

Jeff Sebo

jueves, 30 de enero de 2020

Disruptores endocrinos

La Sociedad Mundial de Endocronología advierte del peligro para la salud que tienen los plaguicidas tales como la atracina, plásticos que se utilizan en numerosos envases, complementos que se usan en productos cósmeticos, productos utilizados como retardantes y productos electrónicos que pueden llegar a tener estos disruptores endocrinos.

Dentro de la exposición del ser humano ante estos disruptores hormonales encontramos que las mujeres son las más expuestas. En parte esto sucede porque aún son más la cantidad de mujeres las que están expuestas a las tareas domésticas que tienen que ver con la higiene del hogar. Esto hace que se llegue a utilizar gran cantidad de productos que contienen sustancias químicas con disruptores endocrinos. Otro factor de riesgo de las mujeres es la frecuencia con la que consumen productos cosméticos que no están exentos de estas sustancias tóxicas. A largo plazo, la utilización excesiva y la exposición ante estas sustancias químicas pueden llegar a provocar grandes problemas en la salud.

A todo esto sumamos que el sistema hormonal de la mujer es más sensible complejo. En la actualidad podemos sumar más de 800 sustancias químicas que se suelen utilizar en productos domésticos o de higiene personal que tienen graves sospechas sobre la posible interferencia en las hormonas biológicas. También se tienen dudas sobre la posible relación con la causa de enfermedades y otros problemas de la salud como se ha señalado anteriormente.
Evidencia científica

La evidencia científica nos señala que los disruptores hormonales ya fueron advertidos desde el año 1991. Desde entonces, todos los estudios que se realizan al respecto no hacen más que acumular evidencias de la posible afección de estas sustancias al ser humano. Un ejemplo que podemos relacionar con esto es la presencia de plomo en la gasolina para los coches. Desde que se eliminó el plomo en la gasolina a partir de los años 90, se pudo ver cómo se dejó de acumular en la sangre humana dado que el plomo disminuyó en el aire. El plomo se introducía en nuestros pulmones a través de la respiración ya que se acumulaban en el aire.

A pesar de los datos que proporciona la evidencia científica respecto a este caso, no se puede llegar a prohibir esta sustancias ya que están brutalmente influenciadas por las poderosas industrias químicas actuales. Por ello, de la única solución que tenemos para poder disminuir los riesgos que provocan los disruptores endocrinos es la noción de nuevos patrones de comportamiento. Por ejemplo, podemos reducir el uso de productos de higiene, cosmética, exceso de embalajes etc. No debemos olvidar que también ayudamos a la disminución de productos que no se convierten en residuos y acaban contaminando el medioambiente.

Espero que con esta información puedan saber más sobre los disruptores endocrinos.
Energías renovables y verdes

martes, 21 de enero de 2020

Lambert-bioladrillo

Una estudiante sudafricana de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) ha desarrollado el primer "bioladrillo" del mundo fabricado a partir de orina humana
Los responsables del hallazgo consideran que la orina es una especie de "oro líquido" que no se aprovecha y señalan, además, que los componentes no usados en este proceso son muy útiles para la creación de fertilizantes.
La creación de bioladrillos con urea tiene precedentes en Estados Unidos pero, de acuerdo con la UCT, esta es la primera vez que se hace a partir de orina humana real.
Lambert también da crédito en su descubrimiento a Jules Henze, un estudiante suizo con el que trabajó durante 2017 en la base fundacional de este proyecto.

Este bio-ladrillo creado estudiantes de la Universidad de Ciudad del Cabo mezcla la orina con arena y bacterias, lo cual, según ellos, es algo único a nivel mundial. Han creado el primer ladrillo del mundo hecho de orina humana. El bio-ladrillo fue diseñado por estudiantes de Ciudad del Cabo, quienes recogen orina de urinarios masculinos especialmente diseñados para este fin en el edificio de ingeniería de la universidad. Los bio-ladrillos se fabrican en moldes a temperatura ambiente, eliminando la necesidad de hornos de altas temperaturas. El nitrógeno y el potasio, que son cruciales para los fertilizantes comerciales, se crean como subproductos durante el proceso. “En este producto se toma algo que se considera un residuo y se fabrican múltiples productos a partir de él. Puede utilizar el mismo proceso para cualquier flujo de residuos. Se trata de repensar las cosas”, dijo el Dr. Dyllon Randall, profesor principal de ingeniería de calidad del agua en la Universidad de Ciudad del Cabo, que supervisó el proyecto. La idea de usar orina para cultivar bio-ladrillos ha sido previamente probada en los Estados Unidos usando productos sintéticos, pero la estudiante de maestría de la UCT, Suzanne Lambert, es la primera en usar orina humana real para hacer un ladrillo, según su universidad. Crear un material de construcción verdaderamente sostenible es ahora una posibilidad real. Los bio-ladrillos se crean a través de un proceso natural llamado precipitación de carbonato microbiano, similar a la forma en que se forman las conchas marinas. La arena suelta, que ha sido colonizada con bacterias que producen ureasa, se mezcla con la orina. La ureasa descompone la urea en la orina, produciendo carbonato de calcio, lo que permite a la arena tomar forma.
Ecoinventos


lunes, 20 de enero de 2020

El derecho a la educación

El filósofo y poeta Gibran cuenta en uno de sus poemas:

"Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo no te pertenece. Puedes darle tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos…porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer". Y termina aconsejando que "la inclinación de la mano sea para la felicidad".

Nuestra Constitución también nos recuerda que el menor tiene sus derechos plenos desde que nace, que somos tutores de los menores y que si nos sobrepasamos en la tutela podemos perderla. Los artículos 20 y 27 son contrarios a la pretensión del 'pin parental' pues el Tribunal Supremo ha dejado bien claro que el sistema educativo no se subordina al derecho de familia.



Yo viví en mi familia una educación de 'padre estricto'. La rigidez de la educación que recibí no me hizo mejor, sino que me hizo sufrir y soportar un yugo del que no me liberé hasta que cumplí la mayoría de edad. No quiero eso para nadie. Busco métodos para educar que favorezcan el crecimiento de los valores de solidaridad, ayuda mutua, integridad, ética y libertad, como un conjunto de principios que conformen a los niños y niñas y les hagan crecer en responsabilidad como ciudadanas y ciudadanos de una sociedad integradora. Educar no es separar ni imponer.

No se puede separar por sexo, ni por etnia, ni por condición económica, ni por religión, ni ideología. Separar por cualquier motivo es socialmente inasumible y políticamente inadmisible en constituciones democráticas. El pin parental que ahora se desea implantar es una huida a un pasado oscuro al que no se puede regresar. Imponer la moral conservadora en la Educación por la presión de la política es destruir los avances de libertad y democracia que se han conseguido.

Es cierto que la familia juega un papel en la sociedad, pero los neoliberales conservadores han incorporado el mito emocional de la familia. Además, le han sumado una visión del Estado y de los muy diferentes asuntos públicos entrelazando los mitos conservadores y los eslóganes de sus contenidos morales. Han recreado una figura de padre estricto que desarrolla sobre su familia el velo de la ignorancia -el pin parental- para conservar una visión patriarcalista de la sociedad.

Un sistema patriarcalista con un concepto ilimitado de la propiedad privada, con una visión de la economía centrada en el principio del beneficio, y con una concepción del mundo como algo que hay que conquistar por encima de todas las cosas. Es la interpretación divina de un mundo a dominar. Someter a la naturaleza como supuesto mandato del progreso. Y el negacionismo ecológico tiene su asentamiento en todo este proceso.

Pero un padre estricto mantiene a su familia sin respuestas. La convierte en una organización reducida de opacidad en donde se imponen conductas y relaciones de autoridad y reglas: en ella lo normal son preguntas sin respuestas, y no hay respuestas a las víctimas del sistema, ni sobre la vida sexual y su desarrollo 'natural'. En ella no se puede hablar de la iniciación del sexo adolescente, ni de preservativos; la discriminación positiva está mal vista. Y se abomina de la visión del ecologismo, el feminismo y las políticas sociales, así como de la política fiscal: se inculca que cuanto menos mejor.

Las palabras significan cosas, nos dice Limhaugh, pero su significado no siempre es el mismo. La palabra 'libertad' aplicada al género no significa lo mismo para un progresista que para un neoliberal. Y más aún, cuando nos aproximamos al ejercicio de la mujer a su derecho a tener o no tener descendencia. La palabra libertad en el léxico conservador significa una cosa y en los ultras se utiliza como una negación. Cuando hablamos de derechos humanos, seguridad, opresión, diversidad, sexualidad, migración, bienestar, ecología, biodiversidad, contaminación y largo etcétera, estamos ante visiones del mundo diferentes.

La descripción de esas visiones nos llevará a escenarios diferentes, y la misión de los educadores es explicarlos. Los buenos educadores abren horizontes; los que educan desde su doctrina, hacen adeptos. Nos sobran sacerdotisas de la moral estricta familiar y tantos padres estrictos que nos imponen las reglas sagradas del patriarcalismo. Buscamos procesos de pensamiento que enriquezcan y nos saquen del discurso triste, que generen una relación entre la política, la ética y la moral pública que conduzcan a nuevas formas del discurso político.

Yo deseo que se hable de libertad e igualdad y no de modelos morales estrictos. Desde una idea del mundo creativa e innovadora en la que la justicia social se incorpore al pensamiento y la conducta ordinaria se viva en un mundo de realidades entre iguales. Huyamos de los rituales de purificación. Huyamos de los dilemas; que nadie pretenda salirse con la suya y haga pagar al resto. La salida que la Filosofía nos recomienda es enseñar que existen distintos puntos de vista sobre la realidad y dar a conocer las diferencias entre ellos.

En el sistema educativo se pueden aprender con facilidad las causalidades directas de las muy diferentes formas de vida y comportamientos. Sin embargo, explicar causalidades sistémicas y complejas de una forma concisa es más complicado. Unas se entienden de forma intuitiva; las otras es preciso enseñarlas y explicarlas muy bien para que todo el mundo comprenda la verdad y los efectos. Y esto ocurre con la personalidad del ser humano, sus visiones sobre el futuro de la sociedad, la forma de vivir la sexualidad sin trabas, el sistema económico o la visión del ecosistema. Si no explicamos la igualdad social, de género y de las naciones no sabremos por qué no debemos alinearnos con quien defiende que los hombres están por encima de las mujeres, una nación por encima de otra, o que una raza es superior a otra. El mundo no es un rompecabezas si las preguntas básicas las respondemos a su tiempo.
José Molina

¿Qué les dirán esos padres y madres a sus criaturas? “Pablito, hoy te voy a prohibir ir a clase porque pretenden enseñarte a respetar a quien no se parece a ti”. “Hoy mejor te quedas en casa Laurita, que quieren explicarte por qué no tienes que soportar que una pareja te controle”. “Lo siento Nachete, no es conveniente que aprendas a normalizar lo que sientes”. Esos padres creen que impedir a sus hijas e hijos acceder a la información es la mejor manera de prepararles para el mundo, en lugar de brindarles todas las herramientas posibles para que sean libres y piensen por sí mismos. Taparles los ojos, no dejar que escuchen y no ayudarles a entender es el sumun del cuidado y de la protección. Convertirles es personas intolerantes, rígidas e incultas es toda una demostración de amor.

La verdadera razón que se esconde tras la propuesta del ‘pin parental’ no es proteger a los hijos sino paliar el miedo de los padres. Sofocar el terror que les provoca ser cuestionados. Librarles del esfuerzo que supone el cambio. Excusarles de tener que hacer mejor las cosas y dejar que miren para otro lado. El ‘pin parental’ está hecho a la medida de unos tutores cobardes y vagos. Algunos argumentan que es para evitar que se imponga la ideología de género, sin reparar en que toda la educación que hemos recibido ya tiene una. Se llama machismo y el conocimiento es la única forma de detectarlo y combatirlo. El machismo está en los ejemplos sexistas de los problemas matemáticos, en la ciencia que basa sus estudios en el cuerpo masculino, en la historia que invisibiliza los logros de las mujeres y hasta en la censura que supone no hablar en los libros de historia de uno de los mayores logros de la humanidad: la democracia o lo que es lo mismo, el feminismo.
El 'pin parental' está hecho a la medida de unos tutores cobardes y vagos

Todos deberíamos estar en contra de esta iniciativa, no sólo porque vulnera el derecho a la educación, sino porque también tiene consecuencias para el resto de población. Quienes insultan y atacan a las personas de otras culturas, creencias o tendencias sexuales son personas a las que les falta conocimiento. Quienes maltratan y vejan a las mujeres son personas a las que les falta conocimiento. Quienes niegan el feminismo y se oponen a la igualdad son personas a las que les falta conocimiento. La libertad es tener la posibilidad de elegir. Pablo, Laura y Nacho merecen estar preparados para desenvolverse en una sociedad diversa, igualitaria y tolerante, sin quedarse al margen y estar condenados a repetir los mismos errores que sus padres.
Yolanda Domínguez

sábado, 18 de enero de 2020

Trihalomethanes in Drinking Water and Bladder Cancer Burden in the European Union








Trihalomethanes are the most common type of “disinfection byproduct,” which is a substance created from the treatment of water with organic matter.
How They Form

Chlorine is the most popular water disinfectant, used widely since the beginning of the 20th century to kill viruses and microorganisms in water. It has had a major role in significantly reducing global instances of cholera and typhoid given its effectiveness and relatively low cost.

When chlorine gas, bleach or other chlorine-containing disinfectant contacts water, it becomes hypochlorous acid. This acid readily reacts with organic matter contained in the water to form trihalomethanes.

These compounds are carcinogenic, meaning they are known to lead to cancer. In 1974, these effects were first acknowledged and in 1979, the US Environmental Protection Agency (EPA) began regulating allowable concentrations of THMs in drinking water, limiting it to 100 parts per billion.
How to Reduce Their Effect

Some tactics adopted by water treatment plants to attempt to avoid producing THMs mostly revolve around limiting chlorine’s contact with organic matter in water.

One strategy involves delaying the application of chlorine, giving organic matter less time to react with the hypochlorous acid.

If possible, and if organic matter content is too high, some municipalities switch to different water sources entirely.

Coagulation methods are also being implemented, which allow organic matter to collect into particulates which can be removed from water before treating it with chlorine.

Still others are switching disinfectants to ozone or chloramines, which don’t convert to hypochlorous acid.

Many home water filters can remove most trihalomethanes from tap water.

Water education foundation

Baptiste Trotignon - Bach

Life in mars

martes, 14 de enero de 2020

Oslo-Rest

No great ingredient should be left behind. Rest. is a rejection of modern consumerism. We turn food waste into a fine dining experience.



In Norwegian, “Rest.” is not only an abbreviation for Restaurant or referring to a nice break. “Rest.”means what is left. Food waste is recognized as a major challenge in western food industry and consumerism. It raises grave moral and environmental issues. It insults common sense. And it robbes us of potentially brilliant tastes and experiences. Our ambition is to bring such experiences to you in our restaurant.

We doubt everyone wants their carrots to look like uniform soldiers marching out of an industrial plant. We detest the fact that hens are used as an ingredient in concrete once their egg production is slowing down. But most of all we marvel in the abundance of brilliant ingredients that never reach a shop or a palate.