La nutrición, la salud y la educación consolidan tres pilares esenciales del desarrollo. Distintos tipos de acciones son comúnmente citados cuando se discute sobre las medidas necesarias para mejorar la calidad de vida de los países en desarrollo. Estas, por lo general, corresponden a las siguientes áreas: infraestructura, métodos de producción, políticas (por ejemplo, relacionadas a la agricultura y el comercio) y ambiente.
Sorprendentemente, la educación alimentaria y nutricional no es mencionada muy frecuentemente en el marco de unas acciones para mejorar la calidad de vida en algunos países.
En cambio, esta puede contribuir, particularmente en las escuelas, con avances sostenibles para los países en desarrollo de una forma significativa.
Además, puede jugar un papel esencial para afrontar la malnutrición, mejorar las dietas y los hábitos alimenticios, y promover un estilo de vida saludable.
La educación alimentaria y nutricional pueden jugar un rol clave a la hora de enfrentar algunos de los problemas más importantes relacionados a la dietas alimentarias, los cuales afectan especialmente a los países en desarrollo, como por ejemplo:
- Patrones y prácticas de alimentación no saludables.
- Índices constantes de desnutrición y deficiencia de micronutrientes.
- Incremento de las cifras de sobrepeso y obesidad y enfermedades crónicas relacionadas.
FAO