Una cuarta parte de las personas que desarrollan anorexia o bulimia
se convierten en enfermos crónicos que pueden arrastrar la enfermedad el
resto de su vida. Afecta a un 6% de la población joven y la bulimia
tiene el doble de incidencia que la anorexia.
Los trastornos
alimentarios son mucho más que una moda o una enfermedad nutricional,
constituyen una enfermedad de la mente que se puede tratar, superándose con ayuda, cambiando ideas erróneas y tomando nuevos hábitos y expectativas. Tienen un alto riesgo de
cronificación, una cuarta parte de quienes los padecen puede mantener
los síntomas durante muchos años o, incluso, el resto de su vida.
En
los trastornos de conducta alimentaria el porcentaje de mortalidad está
en torno al 8 o 10%, el más alto dentro de las enfermedades
psiquiátricas. Para prevenirlas hay que plantear tratamientos de entre 4
ó 5 años con el fin de hacer un seguimiento prolongado.
Documentos TV hace
un acercamiento a un mundo de miedos ocultos, de soledad y de profundo
dolor en el que el peso y la delgadez extrema son sólo la punta del
iceberg de una enfermedad que causa estragos en quienes la sufren
y en sus familias, especialmente en el caso de los crónicos.