Según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA),
esta pobreza energética es la que encontramos en los hogares que no reciben una
cantidad adecuada de servicios de energía por tener dificultades para pagar la
factura. Lo últimos datos obtenidos a través del Instituto Nacional de
Estadística (INE) dicen que un 11% de las familias
(unos cinco millones de personas) no pueden calentarse en los meses más
fríos debido a que no pueden pagar las facturas de la luz. También
destaca que el 9,4% tienen retrasos a la hora de subir la factura de la
luz. En España desde el año 2008 no para de subir el precio de la
factura de la luz cada año. De tal forma que cada vez se convierte en
algo más inaccesible para todos los sectores de la población española.
Matthias Braubach, uno de los editores de aquel informe, subraya que
este porcentaje del 30% solo es válido para cuantificar “muertes
prematuras en invierno asociadas a un exceso de frío en espacios
interiores, no solo viviendas sino cualquier tipo de edificio”. “Esto
quiere decir que no puede aplicarse este parámetro para cuantificar
directamente la tasa de mortalidad causada por la pobreza energética,
pues este es un concepto más amplio que se produce todo el año”.
Los efectos de la pobreza energética van más allá de sólo no poder
encender la luz, poder comer o ducharse caliente o encender la
calefacción. Esta pobreza energética está relacionada con una mayor
prevalencia de enfermedades físicas y mentales -asma, artritis,
reumatismo, depresión o ansiedad- y con el aumento de la mortalidad por
patologías cardiovasculares y respiratorias entre personas mayores de 60
años en invierno. Es por ello, que la ACA ha calculado una estimación
de las muertes que provoca la pobreza energética al año y ascienden a
7.200. Esta cifra es mucho más alta que las muertes provocadas por accidentes de tráfico.
En los últimos meses se han notado un acercamiento de las compañías en las que se intentan crear convenios para garantizar que nadie quede desfavorecido y sin poder utilizar energía eléctrica en sus hogares.
Las empresas como Endesa, han llegado a conseguir 150 acuerdos con ayuntamientos, comunidades autónomas u ONG, con los que ha conseguido cubrir al 98 % de sus clientes. Aseguran que del medio millón de cortes de suministros que realizó en 2015, ninguno fue a este tipo de afectados.
Renovables verdes
Según el indicador de gasto en energía e ingreso anual de hogar basado
en la EPF (Encuesta de presupuestos familiares), las regiones con tasas
más elevadas de pobreza energética son las Comunidades Autónomas del
interior y norte peninsular (más frías) como Castilla y León,
Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Navarra o Aragón. Por su
parte, el indicador subjetivo de incapacidad de mantener la vivienda a
una temperatura adecuada basado en la ECV (Encuesta de condiciones de
vida), indica que las regiones más afectadas son, por este
orden, Canarias, Murcia, Galicia, Andalucía, Extremadura e Islas
Baleares. Es decir, en su mayoría Comunidades Autónomas de climas
templados.