domingo, 27 de noviembre de 2016

Muralla verde africana

La iniciativa Muralla Verde es una propuesta panafricana para unir el continente de oeste a este mediante un corredor verde con el fin de luchar contra la desertificación. Su objetivo es hacer frente a la pobreza y la degradación de los suelos en la región del Sahel-Sahara, centrándose en una franja de tierra de 15 km de ancho y 7.100 kilometros de largo desde Dakar a Yibuti.


Las poblaciones del África saheliana se encuentran entre las más pobres y más vulnerables a la variabilidad climática y degradación de la tierra. Su supervivencia depende en gran medida de los recursos naturales de su entorno. La agricultura de secano, la pesca y el manejo del ganado para su subsistencia constituyen los sectores principales de empleo en la región y generan al menos el 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la mayoría de los países de la zona. Además, aprovechan el resto de recursos que les ofrece el entorno en que viven, como leña y carne de animales silvestres, esenciales para la vida de estas poblaciones. Por desgracia, el aumento de la presión demográfica sobre los alimentos, forraje y leña en un ecosistema tan vulnerable ha incrementado el impacto sobre los recursos naturales, principalmente en la cubierta vegetal. La variabilidad del clima, junto con las frecuentes sequías y una mala gestión del uso de la tierra y del agua, han secado los ríos y lagos del Sahel y aumentado de la erosión del suelo.


La idea inicial de una línea de árboles que uniera de este oeste el continente africano a través del desierto, ha evolucionado hacia un proyecto de gran corredor verde como eje vertebrador de un mosaico de acciones que abordan los desafíos a que se enfrentan las personas en el Sahel.
El objetivo general de la Gran Muralla Verde es fortalecer la capacidad de adaptación de los habitantes de la región y de los sistemas naturales mediante una gestión integral de los ecosistemas, utilizando los recursos de la tierra de forma sostenible, protegiendo el patrimonio rural y mejorando las condiciones de la población local. Se pretende dar soluciones a largo plazo a los desafíos apremiantes de la desertificación, la degradación de la tierra y sequía.
Con el apoyo de la UE, la FAO y el GM-CLD, la Comisión de la Unión Africana trabaja con trece países y otros socios en el desarrollo de planes de acción nacionales y trans-fronterizos. Los países implicados son: Argelia, Burkina Faso, Chad, Djibouti, Egipto, Etiopía, Gambia, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Sudán.