IKEA se ha convertido en el proveedor de muebles por
excelencia tanto en España como en el resto de Europa. La empresa sueca
ha conseguido que sus impronunciables estanterías Kallax, sillones Poang
y lámparas Duderö constituyan verdaderos clásicos del mobiliario
hogareño del viejo continente.
Su catálogo incluye cientos de productos entre los que abundan los fabricados en plástico o que incluyen alguna pieza de dicho material. Por esta razón, y para probar su compromiso con el medio ambiente,
el gigante sueco ha firmado recientemente un acuerdo con Newlight
Technologies, una empresa californiana afincada en Los Ángeles que
produce compuestos termoplásticos a partir metano.
Según el convenio, IKEA comprará el 50 % del químico obtenido anualmente en la planta que Newlight opera en Estados Unidos. A cambio, la compañía europea adquiere los derechos exclusivos en la industria del mueble para utilizar la tecnología de transformación de gases de efecto invernadero y aplicarla en la fabricación de mobiliario.
Aunque Newlight Technologies ha comenzado con el metano, ya trabaja para aplicar el mismo sistema al dióxido de carbono.
La startup Mineral Carbonation International,
en la que participan científicos de la Universidad de Newcastle
(Australia), emplea carbonación mineral para producirlos, un proceso
químico que permite combinar el dióxido de carbono con minerales de calcio o magnesio.