La bioconstrucción es
 un método de construcción de viviendas y otros establecimientos, 
utilizando única y exclusivamente materiales reciclables, de bajo 
impacto ambiental. Estos elementos aportan beneficios tanto a la 
sociedad como al medio ambiente y resultan mucho más económicos que los 
convencionales.
El principal objetivo de este estilo de 
edificación es aprovechar al máximo el entorno, mejorar la calidad de 
vida de sus habitantes y permitir la construcción de una casa menos 
costosa y autosustentable, sin necesidad de gastar en servicios como luz
 o agua potable.
El documental Bioconstrucción: El guerrero de la basura,
 muestra que así lo sabe bien el arquitecto estadounidense Michael 
Reynolds, quien construyó una vivienda de barro y materiales reciclables
 en vez de cemento, en el estado de Nuevo México, Estados Unidos.
Desde el año 1978, y por más de 25 años,
 Reynolds intentó con diversos materiales y diseños hasta que dio con un
 método de construcción que se basaba en la reutilización de materiales 
como cauchos de automóviles, pipotes de aluminio y botellas de vidrio.
Aunque parezca difícil de creer o una 
completa locura, actualmente, en Taos, una extensa llanura de Nuevo 
México se puede encontrar una gran cantidad de este tipo de casas 
creadas por Reynolds, llamadas Earthships (naves de tierra, en español).