A diferencia de las células solares convencionales, que convierten la
luz solar en electricidad que deben almacenarse en baterías pesadas, el
nuevo dispositivo hace esencialmente el trabajo de las plantas, convertir dióxido de carbono atmosférico en combustible, solucionando dos problemas cruciales a la vez.
“La nueva célula solar fotovoltaica es fotosintética.“
Una granja solar con esas "hojas artificiales" podría eliminar
cantidades significativas de carbono de la atmósfera y producir
combustible de alta densidad energética de manera eficiente. "La nueva célula solar fotovoltaica es fotosintética", dice el autor principal del estudio, Amin Salehi-Khojin, profesor asistente de Ingeniería Mecánica e Industrial en la UIC.
El mejor de varios catalizadores estudiados resultó ser diselenuro de
tungsteno. "El nuevo catalizador es más activo y más capaz de romper
los enlaces químicos del dióxido de carbono", apunta el investigador
postdoctoral de UIC Mohammad Asadi, primer autor del artículo de
'Science'.
De hecho, detalla, el nuevo catalizador es mil veces más rápido que los catalizadores de metales nobles y alrededor de 20 veces más barato.
Otros investigadores han utilizado catalizadores TMDC para producir
hidrógeno por otros medios, pero no por reducción de CO2. El catalizador
no pudo sobrevivir a la reacción.