domingo, 30 de diciembre de 2018

#Dressember

#Dressember utiliza la moda para reivindicar los derechos de las niñas y mujeres víctimas de la explotación sexual y rescatarlas de las garras de la trata. ¿Cómo? Muy sencillo. Llevando todos los días del mes de diciembre exclusivamente vestidos. Se trata de una forma metafórica de representar la falta de libertad de todas ellas y recaudar fondos para liberarlas de ese infierno. Las donaciones se destinan a IJM y A21. Ambas dedicadas a la defensa de los derechos humanos, especialmente involucradas en la erradicación de la explotación sexual.

De acuerdo con el último informe del Índice Global de la Esclavitud (2016), casi 49 millones de hombres, mujeres y niños viven en situación de esclavitud. Corea del Norte, Uzbekistán, Camboya, India, China, Pakistán, Rusia, Nigeria, República Democrática del Congo, Tailandia y Blangladesh encabezan una vergonzosa lista que se extiende por el resto de África, Latinoamérica, Oriente Medio… Y Europa. Porque la trata de personas no tiene fronteras ni respeta leyes. Y, aunque parezca una lacra lejana, la esclavitud no sólo afecta a territorios subdesarrollados o en desarrollo. Los países supuestamente democráticos también tienen (tenemos) mucho de lo que avergonzarse.

La trata de personas es un fenómeno mundial provocado por la demanda y potenciado tanto por la violencia de género, el desempleo, la pobreza y la discriminación, como por la escasa acción de algunos poderes públicos. Por lo tanto, para un correcto tratamiento de la problemática es necesario vincular la trata con la clase social, las relaciones de género y los factores culturales predominantes en las sociedades actuales, informa UNICEF.
 dialogosdelibro


“Something that started as a simple idea became a global movement that created a pathway for not just me, but thousands of women to put a stop to one of the greatest injustices of our time. ” — Blythe hill, ceo + founder