Sensibilizar en torno al problema del cambio climático. Ese es uno de los objetivos que se han marcado naturalistas y geógrafos. Y para ello los expertos han reclamado ayuda a los artistas y gestores de instituciones culturales. “La ciencia y el arte son dos formas de conocimiento complementarias que se necesitan la una a la otra para dar cuenta de la complejidad del problema”, ha destacado María Novo, catedrática de la UNED y coordinadora de la Cátedra Unesco de Educación ambiental y desarrollo sostenible celebrada en la Fundación Ramón Areces.
En este sentido, la experta ha recordado que el cambio climático “genera mucha incertidumbre”. Así, el valor del arte, que “permite movilizar procesos emocionales y creativos que ayudan a sensibilizar a la ciudadanía”, podría ser de gran ayuda para este conflicto. Al mismo tiempo, Novo ha destacado que el arte “también permite imaginar otros mundos posibles, orientados por la idea y las prácticas de un desarrollo sostenible”.
“Es necesario cambiar de rumbo y aprender a gestionar la incertidumbre. Es algo necesario y urgente. Esto se hace especialmente sensible en lo que afecta a los políticos y gestores, pero también a la ciudadanía, sin cuya participación es imposible desarrollar las transformaciones necesarias para la adaptación y mitigación del cambio climático”, ha añadido la catedrática de la UNED.
Continuando con esta línea de colaboración con los artistas, la historiadora del arte Cristina Guedán, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, ha destacado que si este colectivo “se plantea colaborar con sus obras a lanzar un mensaje claro y directo sobre la importancia real del cambio climático” tendrá un gran valor.
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