En 1949 la leonesa Ángela Ruiz Robles ya ideó un “procedimiento mecánico, eléctrico y a presión del aire para la lectura de libros”, según recogen los documentos de la época.
Consistía en unas láminas con dibujos que se iluminaban cuando se posaba el dedo sobre ellas y en las que aparecía un texto educativo. Para que esto ocurriera, detrás llevaba un circuito eléctrico que la popia Ruiz Robles diseñó.
Años después, concretamente en 1962, esta maestra patentó su Enciclopedia Mecánica, considerada por muchos como un lejano precedente del primer libro electrónico.
Así que se puso a trabajar en un sistema que modernizara la enseñanza. La Enciclopedia Mecánica ocupaba lo mismo que una cartera y pesaba poco y, según explicó la propia maestra, “puede llevar sonoridad con explicación de temas en forma intuitiva, práctica, atrayente y amena”.
Computerhoy