miércoles, 3 de mayo de 2017

Mensajes comunes



A través de este Documento de Mensajes Comunes, más de 1.000 organizaciones y movimientos sociales manifiestan principios y valores para un Desarrollo que respete los límites del planeta.


En un contexto de contestación social y propuesta ciudadana, movimientos sociales en todo el mundo reclaman ser escuchados. En Europa, la reacción ante las políticas de austeridad que amenazan la cohesión social, y especialmente los derechos de las mujeres, es creciente. La negociación del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) pone de manifiesto que siguen siendo los intereses privados los que prevalecen sobre los de la mayoría. El modelo de crecimiento económico que lo sustenta se ha mostrado incapaz de resolver los problemas que nos afectan a las personas. Por el contrario, está en el origen de la injusta distribución de la riqueza, de la precariedad y la vulnerabilidad social, así como de la grave crisis ecológica que enfrentamos. Necesitamos un cambio urgente en las prioridades que guían las políticas públicas. Los debates internacionales deben ser también oportunidades para transitar hacia un modelo social y económico justo y sostenible.

El crecimiento económico per se no puede seguir siendo la medida del progreso de las sociedades. El único desarrollo que queremos considerar es aquel que pone en el centro a las personas y sus derechos, y que tiene en cuenta los límites ambientales del planeta. Defendemos un desarrollo que genere condiciones de partida iguales y equitativas para todas las personas, en todos los ámbitos, y lo haga desde el respeto a la diversidad de creencias, intereses, posiciones y condiciones
Debemos transitar hacia un modelo justo, sostenible y equitativo. El modelo económico que sustenta nuestras sociedades no puede estar basado en la exclusión de las personas y la depredación del medio ambiente. No puede vivir de espaldas a la dependencia humana y los límites planetarios. El uso racional y equitativo de los recursos naturales (agua, biomasa, bosques, suelo, mares, aire), el freno a la alarmante pérdida de biodiversidad y del cambio climático, deben ser un elemento central en las políticas a escala global. Obviarlo limitará el resto de esfuerzos, profundizará los problemas sociales, y condicionará nuestro futuro en común.