martes, 9 de mayo de 2017

ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud)

Biotcnología (redes)



Transgénicos

Las biotecnologías, en sentido amplio, son tecnologías cuyo soporte lo constituyen seres vivos. En este sentido amplio, los seres humanos somos “biotecnólogos” al menos desde que hace unos diez mil años aprendimos a domesticar plantas y animales, nos hicimos agricultores y ganaderos, en el proceso que suele conocerse como Revolución Neolítica.

Seleccionando para su reproducción los ejemplares cuyas características nos interesaban más, emprendimos la mejora genética de las especies y variedades de interés agropecuario. Descubrimos y desarrollamos el arte de las fermentaciones con bacterias y levaduras: así pudimos regalarnos con el pan, el vino, la cerveza, el queso, los yogures y las otras variedades de leche fermentada... O bien nos las ingeniamos para depurar las aguas fecales usando microorganismos. Todos estos son ejemplos de lo que podríamos llamar biotecnologías tradicionales: con ellas domesticamos la fuerza de la vida y de la biodiversidad en nuestro propio provecho.

Ahora bien, desde mediados del siglo XX se producen grandes avances en biología que sitúan en un plano cualitativamente distinto nuestro poder de intervención sobre la materia viva. Un momento clave es el año 1973, cuando se desarrollan con éxito los primeros experimentos de ingeniería genética (manipulación de la dotación genética de un organismo introduciendo, redistribuyendo o eliminando genes mediante técnicas modernas de biología molecular). Aquí se da un punto de ruptura, que llevará, un decenio más tarde, a la creación de cultivos y ganados transgénicos.

¿Son los seres vivos equiparables a artefactos mecánicos que sea lícito manipular sin límite? ¿Deben un puñado de transnacionales químicas, reconvertidas a empresas de "ciencias de la vida", controlar en su propio beneficio la satisfacción de necesidades humanas tan básicas como la salud y la alimentación? ¿Es el hambre en el mundo un problema técnico al que quepa hacer frente mediante cosechas transgénicas más productivas? ¿Resulta lícito conceder derechos exclusivos de propiedad industrial -patentes- sobre la vida, los seres vivos y los procesos vitales? Son estas cuestiones de fondo las que nos asaltan cuando reflexionamos sobre las nuevas biotecnologías, y en especial la ingeniería genética.
ISTAS