El 12 de diciembre de 2015, con la cumbre de París, Greenpeace realizó una protesta alrededor del arco del triunfo, convirtiéndolo en un gran sol con pintura amarilla biodegradable.
La pintura iba siendo distribuida a las calles lindantes a
través de los neumáticos de los miles de coches que circularon por allí, por lo que desde una vista aérea se puede ver el símbolo de un sol extendiéndose varias manzanas.
Con esta acción, Greenpeace reclama que en el acuerdo global
sobre clima que se está negociando en París se contemple la
transformación total del sistema de generación de energía en uno libre
de carbón, gas y petróleo hasta el 2050.