En el año 2011, un equipo del famoso Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Cambridge (EE.UU.) probó un proceso que podría dar un impulso al sector de la energía solar. Se trata de paneles solares en tres dimensiones.
Es cierto que, por ahora, los paneles solares son terriblemente planos. Ya sea en las azoteas de los edificios o en los campos. Por supuesto, se les da una ligera curvatura o inclinación para que puedan maximizar la captación de radiación solar, pero muy pocas instalaciones pueden superar el problema de que el sol se mueve (o más bien de que la Tierra gira).