Blog dedicado a noticias de salud, medioambiente y expresiones artísticas vinculadas a ellos.
domingo, 20 de noviembre de 2016
POBREZA ENERGÉTICA
Según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA),
esta pobreza energética es la que encontramos en los hogares que no reciben una
cantidad adecuada de servicios de energía por tener dificultades para pagar la
factura. Lo últimos datos obtenidos a través del Instituto Nacional de
Estadística (INE) dicen que un 11% de las familias
(unos cinco millones de personas) no pueden calentarse en los meses más
fríos debido a que no pueden pagar las facturas de la luz. También
destaca que el 9,4% tienen retrasos a la hora de subir la factura de la
luz. En España desde el año 2008 no para de subir el precio de la
factura de la luz cada año. De tal forma que cada vez se convierte en
algo más inaccesible para todos los sectores de la población española.
Matthias Braubach, uno de los editores de aquel informe, subraya que
este porcentaje del 30% solo es válido para cuantificar “muertes
prematuras en invierno asociadas a un exceso de frío en espacios
interiores, no solo viviendas sino cualquier tipo de edificio”. “Esto
quiere decir que no puede aplicarse este parámetro para cuantificar
directamente la tasa de mortalidad causada por la pobreza energética,
pues este es un concepto más amplio que se produce todo el año”.
Los efectos de la pobreza energética van más allá de sólo no poder
encender la luz, poder comer o ducharse caliente o encender la
calefacción. Esta pobreza energética está relacionada con una mayor
prevalencia de enfermedades físicas y mentales -asma, artritis,
reumatismo, depresión o ansiedad- y con el aumento de la mortalidad por
patologías cardiovasculares y respiratorias entre personas mayores de 60
años en invierno. Es por ello, que la ACA ha calculado una estimación
de las muertes que provoca la pobreza energética al año y ascienden a
7.200. Esta cifra es mucho más alta que las muertes provocadas por accidentes de tráfico.
En los últimos meses se han notado un acercamiento de las compañías en las que se intentan crear convenios para garantizar que nadie quede desfavorecido y sin poder utilizar energía eléctrica en sus hogares.
Las empresas como Endesa, han llegado a conseguir 150 acuerdos con ayuntamientos, comunidades autónomas u ONG, con los que ha conseguido cubrir al 98 % de sus clientes. Aseguran que del medio millón de cortes de suministros que realizó en 2015, ninguno fue a este tipo de afectados.
Renovables verdes
Según el indicador de gasto en energía e ingreso anual de hogar basado
en la EPF (Encuesta de presupuestos familiares), las regiones con tasas
más elevadas de pobreza energética son las Comunidades Autónomas del
interior y norte peninsular (más frías) como Castilla y León,
Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Navarra o Aragón. Por su
parte, el indicador subjetivo de incapacidad de mantener la vivienda a
una temperatura adecuada basado en la ECV (Encuesta de condiciones de
vida), indica que las regiones más afectadas son, por este
orden, Canarias, Murcia, Galicia, Andalucía, Extremadura e Islas
Baleares. Es decir, en su mayoría Comunidades Autónomas de climas
templados.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Marrakech 2016
La declaración pide un compromiso mayor contra el calentamiento
Los casi 200 países participantes en la cumbre de la ONU
dieron ayer su apoyo a la declaración de Marrakech, impulsada por el
Gobierno de Marruecos, y en la que se hace un llamamiento a un “más alto
compromiso político para combatir el cambio climático”. El documento se
ha presentado al margen de la negociación del convenio de cambio
climático y tiene, sobre todo, un valor político. La conferencia se
cierra hoy, y el resultado de sus negociaciones tiene como principal
interrogante aclarar cómo se conforma el fondo de adaptación para
continuar las ayudas a los países más vulnerables al cambio climático.
Este fondo se encontraba ahora con pocos recursos económicos, pero se
solapa con el fondo verde para el clima creado en París, por lo que
busca una fórmula coordinada de funcionamiento.
La declaración incluye el compromiso de todos los asistentes
a seguir promoviendo la acción climática antes del 2020 y a responder a
las necesidades de los países en vías de desarrollo. Los países
industrializados se comprometieron a ir aumentando estas partidas hasta
movilizar 100.000 millones de dólares en el 2020 para reducir la
vulnerabilidad al cambio climático de los países menos adelantados.
La vanguardia
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Refugiados climáticos: "climigrantes"
Hace unos meses, la prensa se hacía eco de los primeros refugiados climáticos de EEUU. A primeros de año, medio centenar de vecinos de la pequeña isla de Jean Charles, en el sureste de Luisiana, recibían la noticia de que su hogar terminaría totalmente inundado por el impacto del la intervención del hombre en el entorno y el calentamiento global. Dentro de su adversidad, estos 50 habitantes tuvieron suerte: el Gobierno federal les ofreció 48 millones de dólares hasta 2022 para que se mudaran a tierra firme.
No sucede lo mismo en otros rincones del mundo. ¿Por qué? Sencillo, por la indiferencia del resto de la Comunidad Internacional que ni siquiera se ha molestado en articular una legislación que ampare a quien huya de los desastres naturales provocados por el cambio climático. Y no hablamos de pocos, dado que la propia ACNUR estima que en el próximo medio siglo entre entre 250 y 1.000 millones de personas se convertirán en refugiados climáticos o ‘climigrantes’.
Los pronósticos de este agencia de la ONU, desafortunadamente, no parecen ir mal encaminados, porque según el último informe presentado por la organización Action Aid, con la que colabora Alianza por la Solidaridad, más de 400 millones de personas han sufrido en el último año los efectos del El Niño. Unas cifras que ponen los pelos de punta, considerando que hace tan sólo dos años, el Internal Displacement Monitoring Center (IDMC), del Norwegian Refugee Council, estimaba el número de climigrantes en ‘tan sólo’ 19,3 millones de personas.
Entre las causas de este éxodo, no sólo se encuentran los desastres naturales como el reciente huracán Matthew, sino también el modo en que se acrecienta la inseguridad alimentaria en regiones de Centroamérica, Sudamérica, Sudeste asiático y en gran parte de África debido al aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera y las sequías de los últimos meses. Existen muchos ejemplos de ello, aunque no salten a los medios con la misma fuerza que la mudanza de los habitantes de la isla de Luisiana. Así, los expertos de la Alianza por la Solidaridad que trabajan sobre el terrono constantan cómo en Colombia las fuertes sequías han impedido el desarrollo de las cosechas de café, cacao y otros cultivos de los que también viven millones de personas en el país.
La lista de fenómenos similares en todo el mundo es interminable: el récord de temperaturas del Sahel africano ha retrasado la temporada de lluvias; la corta temporada de lluvias de Senegal ha afectado a los cultivos de arroz, maíz y mijo, precisamente en un país donde la subsistencia del 90% de la población depende de la agricultura y la ganadería… Incluso en lugares que no imaginamos porque están afectados por, por ejemplo, una guerra -donde se pone el foco-, como es el caso de Siria, que entre 2006 y 2011 ha padecido su peor sequía provocando un éxodo rural.
Se ha criticado mucho a Trump por sus burlas al cambio climático, por sus amenazas de romper con el acuerdo al que se llegó en la Cumbre del Clima de París de hace un año pero, ¿por qué no se incide también más en lo que Obama y el resto de los firmantes han hecho desde entonces? Aquella cumbre fue calificada de éxito porque los países que ratificaron el documento de la COP 21 se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales (91.000 millones de euros) para el Fondo Verde. El destino de este Fondo, cuyo desembolso se prevía alcanzar para 2020, es los países de desarrollo, con el fin de que puedan prepararse y paliar los efectos del calentamiento global, un desembolso que se prevé alcanzar para 2020. Pues bien, de aquellos 91.000 millones de euros, únicamente se han aportado 9.100 millones de euros.
Estos días y hasta el próximo 18 de noviembre, se celebra la Cumbre del Clima COP 22 en Marrakech (Marruecos). De nuevo, se aparece ante nosotros una oportunidad de excepción para, no sólo atajar el problema de raíz con decisiones de limitar las emisiones que incrementan el calentamiento global, sino también con las medidas paliativas del daño ya causado, desde un compromiso real con la financiación con el Fondo Verde, al reforzamiento de la colaboración entre los organismos oficiales e instancias climáticas y del ámbito humanitario y, por supuesto, la acogida de los refugiados climáticos.
No sucede lo mismo en otros rincones del mundo. ¿Por qué? Sencillo, por la indiferencia del resto de la Comunidad Internacional que ni siquiera se ha molestado en articular una legislación que ampare a quien huya de los desastres naturales provocados por el cambio climático. Y no hablamos de pocos, dado que la propia ACNUR estima que en el próximo medio siglo entre entre 250 y 1.000 millones de personas se convertirán en refugiados climáticos o ‘climigrantes’.
Los pronósticos de este agencia de la ONU, desafortunadamente, no parecen ir mal encaminados, porque según el último informe presentado por la organización Action Aid, con la que colabora Alianza por la Solidaridad, más de 400 millones de personas han sufrido en el último año los efectos del El Niño. Unas cifras que ponen los pelos de punta, considerando que hace tan sólo dos años, el Internal Displacement Monitoring Center (IDMC), del Norwegian Refugee Council, estimaba el número de climigrantes en ‘tan sólo’ 19,3 millones de personas.
Entre las causas de este éxodo, no sólo se encuentran los desastres naturales como el reciente huracán Matthew, sino también el modo en que se acrecienta la inseguridad alimentaria en regiones de Centroamérica, Sudamérica, Sudeste asiático y en gran parte de África debido al aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera y las sequías de los últimos meses. Existen muchos ejemplos de ello, aunque no salten a los medios con la misma fuerza que la mudanza de los habitantes de la isla de Luisiana. Así, los expertos de la Alianza por la Solidaridad que trabajan sobre el terrono constantan cómo en Colombia las fuertes sequías han impedido el desarrollo de las cosechas de café, cacao y otros cultivos de los que también viven millones de personas en el país.
La lista de fenómenos similares en todo el mundo es interminable: el récord de temperaturas del Sahel africano ha retrasado la temporada de lluvias; la corta temporada de lluvias de Senegal ha afectado a los cultivos de arroz, maíz y mijo, precisamente en un país donde la subsistencia del 90% de la población depende de la agricultura y la ganadería… Incluso en lugares que no imaginamos porque están afectados por, por ejemplo, una guerra -donde se pone el foco-, como es el caso de Siria, que entre 2006 y 2011 ha padecido su peor sequía provocando un éxodo rural.
Se ha criticado mucho a Trump por sus burlas al cambio climático, por sus amenazas de romper con el acuerdo al que se llegó en la Cumbre del Clima de París de hace un año pero, ¿por qué no se incide también más en lo que Obama y el resto de los firmantes han hecho desde entonces? Aquella cumbre fue calificada de éxito porque los países que ratificaron el documento de la COP 21 se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales (91.000 millones de euros) para el Fondo Verde. El destino de este Fondo, cuyo desembolso se prevía alcanzar para 2020, es los países de desarrollo, con el fin de que puedan prepararse y paliar los efectos del calentamiento global, un desembolso que se prevé alcanzar para 2020. Pues bien, de aquellos 91.000 millones de euros, únicamente se han aportado 9.100 millones de euros.
Estos días y hasta el próximo 18 de noviembre, se celebra la Cumbre del Clima COP 22 en Marrakech (Marruecos). De nuevo, se aparece ante nosotros una oportunidad de excepción para, no sólo atajar el problema de raíz con decisiones de limitar las emisiones que incrementan el calentamiento global, sino también con las medidas paliativas del daño ya causado, desde un compromiso real con la financiación con el Fondo Verde, al reforzamiento de la colaboración entre los organismos oficiales e instancias climáticas y del ámbito humanitario y, por supuesto, la acogida de los refugiados climáticos.
Blog Público
martes, 15 de noviembre de 2016
OMS, OMM y The Lancet desarrollan un proyecto de investigación conjunto
Implicar a los profesionales de la salud
La revista médica The Lancet ha impulsado un gran proyecto de investigación para rastrear en todo el mundo la evolución de la salud en paralelo al cambio climático. La iniciativa, cuyo nombre es La cuenta atrás de Lancet, reúne a 16 instituciones científicas y 48 expertos de todo el mundo, y colabora con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la OMS. Llega tras la creación en 2015 de una comisión especial cuyas conclusiones son determinantes: el cambio climático es la mayor amenaza para la salud.
“Pensemos en el papel que han desempeñado los profesionales sanitarios en otros problemas importantes para la salud pública, como el consumo del tabaco, el VIH o la polio. Se consideraron las evidencias científicas, se evaluó su importancia en la salud de los pacientes y después se actuó para protegerlos. Lo mismo pretende lograr este proyecto con el cambio climático”, dice a Sinc Nick Watts, director ejecutivo de la iniciativa publicada simultáneamente ayer en la revista The Lancet y en la Cumbre del Clima de Marrakech (COP22).
Se hace urgente dar apoyo al personal sanitario y a los ministerios de salud con datos y herramientas para responder a la amenaza
Durante los próximos 15 años, la iniciativa buscará pruebas que asocien el aumento de la temperatura con el riesgo para el bienestar humano. “En la próxima década, esperamos dar el poder y el apoyo necesarios al personal sanitario y a los ministerios de salud con datos y herramientas para responder a esta gran amenaza”, añade Watts.
Los expertos aseguran que el impacto del cambio climático revertirá todas las mejoras sanitarias de los últimos 50 años si no logramos mitigar sus efectos y adaptarnos a ellos. Por eso reclaman un apoyo urgente a la lucha climática con tecnologías y sistemas de financiación eficientes, sobre todo ahora que el Acuerdo de París ha entrado en vigor y se ha trazado una hoja de ruta para actuar.
“El cambio climático es una emergencia médica, por eso requiere una respuesta urgente”, señala Hugh Montgomery, director del Instituto UCL para la Salud Humana. Los datos que se obtengan del proyecto The Lancet Countdown aportarán la información necesaria para la toma de decisiones, con la esperanza de acelerar la respuesta política de los gobiernos.
Otras iniciativas como Momentum for Change: Planetary Health, un proyecto de tres años de duración de la Rockefeller Foundation, también buscará soluciones para mejorar la situación del planeta y la salud de las personas. Ambas están intrínsecamente unidas.
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ÍNDICE GLOBAL DE RIESGO CLIMÁTICO 2017 |
La revista médica The Lancet ha impulsado un gran proyecto de investigación para rastrear en todo el mundo la evolución de la salud en paralelo al cambio climático. La iniciativa, cuyo nombre es La cuenta atrás de Lancet, reúne a 16 instituciones científicas y 48 expertos de todo el mundo, y colabora con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la OMS. Llega tras la creación en 2015 de una comisión especial cuyas conclusiones son determinantes: el cambio climático es la mayor amenaza para la salud.
“Pensemos en el papel que han desempeñado los profesionales sanitarios en otros problemas importantes para la salud pública, como el consumo del tabaco, el VIH o la polio. Se consideraron las evidencias científicas, se evaluó su importancia en la salud de los pacientes y después se actuó para protegerlos. Lo mismo pretende lograr este proyecto con el cambio climático”, dice a Sinc Nick Watts, director ejecutivo de la iniciativa publicada simultáneamente ayer en la revista The Lancet y en la Cumbre del Clima de Marrakech (COP22).
Se hace urgente dar apoyo al personal sanitario y a los ministerios de salud con datos y herramientas para responder a la amenaza
Durante los próximos 15 años, la iniciativa buscará pruebas que asocien el aumento de la temperatura con el riesgo para el bienestar humano. “En la próxima década, esperamos dar el poder y el apoyo necesarios al personal sanitario y a los ministerios de salud con datos y herramientas para responder a esta gran amenaza”, añade Watts.
Los expertos aseguran que el impacto del cambio climático revertirá todas las mejoras sanitarias de los últimos 50 años si no logramos mitigar sus efectos y adaptarnos a ellos. Por eso reclaman un apoyo urgente a la lucha climática con tecnologías y sistemas de financiación eficientes, sobre todo ahora que el Acuerdo de París ha entrado en vigor y se ha trazado una hoja de ruta para actuar.
“El cambio climático es una emergencia médica, por eso requiere una respuesta urgente”, señala Hugh Montgomery, director del Instituto UCL para la Salud Humana. Los datos que se obtengan del proyecto The Lancet Countdown aportarán la información necesaria para la toma de decisiones, con la esperanza de acelerar la respuesta política de los gobiernos.
Otras iniciativas como Momentum for Change: Planetary Health, un proyecto de tres años de duración de la Rockefeller Foundation, también buscará soluciones para mejorar la situación del planeta y la salud de las personas. Ambas están intrínsecamente unidas.
SINC
Técnicas de imagen diagnóstica
Las técnicas de imagen diagnóstica tienen diferentes repercusiones para la salud, es decir, no es lo mismo realizarse una gammagrafía que un TC o scanner, una radiografía, una ecografía o una resonancia magnética. Las que no usan radiaciones ionizantes son la ecografía y la resonancia magnética.
Radio y Uranio: enfermedad profesional
En 1903 les concedieron el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos, que compartieron con Becquerel. Sin embargo, para ellos, esta gloria es un "desastre"; muy reservados los dos, devorados por la misma pasión por la investigación, sufren al verse apartados de ella y al ver su laboratorio asaltado por gente inoportuna, su modesto pabellón parisino invadido por los periodistas y los fotógrafos. A las frivolidades que les pesan, se añade un correo cada vez más voluminoso, del que se ocupan los domingos. Marie Curie se convirtió en la primera mujer que recibía este premio.
Ahora se quieren abrir minas de uranio a cielo abierto. Dos reportajes explican el funcionamiento de las minas de uranio que se instalaron en España en los años 70.
Uranio en la Haba (Extremadura) El escarabajo verde
Minas de Andújar
Usos
- Antiguamente se usaba en pinturas luminiscentes para relojes y otros instrumentos. Más de cien pintores de esferas de reloj, que usaban sus labios para moldear el pincel, murieron de radiación. Poco después se popularizaron los efectos adversos de la radiactividad. A finales de los sesenta aún se usaba el radio en las esferas de reloj. Los objetos pintados con estas pinturas son peligrosos y han de ser manipulados convenientemente. Hoy en día, se usan fosfatos con pigmentos que capturan la luz en vez de radio.
- Cuando se mezcla con berilio, es una fuente de neutrones para experimentos físicos.
- El cloruro de radio se usa en medicina para producir radón, que se usa en tratamientos contra el cáncer.
- Una unidad de radiactividad, el curio, está basada en la radiactividad del radio-226.
- El radio se empleaba a principios de siglo hasta los años 30 en medicinas, entre ellos el Radithor (agua destilada con radio), que lo describían como solución ante todos los males. También se mezclaba con pastas dentales, chicles, cremas y una infinidad de cosas más. Se brindaba con Radithor, y a menudo, este elemento se empleaba en los cristales, para darles una tonalidad verdosa brillante en la oscuridad. La razón de todo esto es que todo lo que contenía radio significaba avance.
Wikipedia
- El radio está siendo producido constantemente por el decaimiento radiactivo del uranio y el torio.
- El radio está presente en niveles muy bajos en rocas y en el suelo y puede adherirse firmemente a estos materiales.
- También puede encontrarse en el aire.
- Se encuentran altas concentraciones en el agua en ciertas áreas del país.
- El minado de uranio produce niveles de radio mayores en aguas cerca de minas de uranio.
- Las plantas pueden absorber radio del suelo.
- Puede concentrarse en peces y en otros organismos acuáticos.
Mina de Uranio |
lunes, 14 de noviembre de 2016
¿Estados Unidos sale del acuerdo de París?
Donald Trump ha dado instrucciones a sus asesores para estudiar la "manera rápida" de abandonar el Acuerdo de París
del cambio climático (ratificado ya por más de un centenar de países),
según han revelado a Reuters fuentes del equipo de transición del recién
elegido presidente republicano.
Trump, que se ha referido al cambio climático
como "un cuento chino", baraja la posibilidad de una orden presidencial
que sirva para anular la firma de Obama. Otra opción sería la votación
simbólica del acuerdo en el Senado de mayoría republicana, que se
pronunciaría seguramente en contra.
El presidente
estudia también el envío de una carta de retirada a la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en 1992, que
podría servir para anticipar la salida de EEUU en el plazo de un año (en
vez de los cuatro años estipulados "técnicamente" por el Acuerdo de
París para poder dar marcha atrás).
"Fue una insensatez
que el Acuerdo de París entrara en vigor antes de la elección", han
reconocido a Reuters las citadas fuentes del equipo de transición de
Trump.
El Mundo
¿Cabe la posibilidad de que Trump cambie de idea respecto al
cambio climático debido a las relaciones con China? Por ahora es
imposible saber cómo va a ser su acción respecto a este tema.
Más tarde en Marrakech, ya a la hora de comer, grupos de
jóvenes de ONG de los Estados Unidos se concentraron para presentar sus
demandas al nuevo presidente. Entre ellas, mantener el acuerdo de París y
trabajar hacia una transición justa a energías renovables. Ben Goloff,
parte de la acción, explica “me levanto siendo parte de un país que
tendrá un presidente que niega el cambio climático y fomenta el racismo y
el sexismo. Haremos todo lo que podamos, desde movilización de
masas hasta desobediencia civil para conseguir aquello que seguramente
él no hará.”
El País
domingo, 13 de noviembre de 2016
sábado, 12 de noviembre de 2016
Se modifican los límites de contaminación del aire
La contaminación atmosférica perjudica a nuestra salud y al medio
ambiente. Aunque son muchas sus fuentes, procede principalmente de la
industria, el transporte, la producción de energía y la agricultura. La
nueva estrategia de la Unión en materia de calidad del aire persigue el
pleno cumplimiento de la legislación vigente sobre la calidad del aire
para 2020 y fija objetivos a largo plazo para 2030. El aumento del
tráfico y de la actividad industrial a menudo también tiene como
consecuencia la contaminación acústica, que puede perjudicar a la salud
humana. La Directiva sobre el ruido ambiental contribuye a determinar
los niveles de ruido en el interior de la Unión y a la adopción de las
medidas necesarias para reducirlos a valores aceptables. Existe asimismo
legislación específica sobre las emisiones sonoras procedentes de
fuentes concretas.
Sobre la base de los objetivos fijados en la estrategia temática sobre la contaminación atmosférica
de 2005 (disminuir, para 2020 respecto de los niveles registrados en el
año 2000, las partículas finas un 75 % y el ozono troposférico un 60 %,
así como reducir un 55 % la amenaza que plantean para el entorno
natural tanto la acidificación como la eutrofización), en junio de 2008
se adoptó una Directiva revisada sobre la calidad del aire ambiente, por
la que se fusionaba la mayor parte de la legislación existente en este
ámbito. Únicamente la cuarta Directiva de desarrollo
de la anterior Directiva marco sobre la calidad del aire permanece
vigente en la actualidad; fija valores objetivo (menos estrictos que los
valores límite) para el arsénico, el cadmio, el níquel y los
hidrocarburos aromáticos policíclicos.
El paquete también incluye un nuevo programa «Aire Puro para Europa»,
que describe el problema y las medidas políticas necesarias para
alcanzar los nuevos objetivos intermedios de cara a la reducción del
impacto sobre la salud y el medio ambiente de aquí a 2030, así como una
propuesta de ratificación del Protocolo de Gotemburgo modificado al
Convenio de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas
sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia para
reducir la acidificación, la eutrofización y el ozono troposférico.
También se incluye en el paquete una propuesta de nueva Directiva sobre
la limitación de emisiones atmosféricas de dióxido de azufre, óxidos de
nitrógeno y partículas procedentes de instalaciones de combustión medianas (las grandes instalaciones de combustión ya son objeto de regulación), que establece normas para medir las emisiones de monóxido de carbono (CO).
Parlamento europeo
viernes, 11 de noviembre de 2016
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Responsible scientists & Trump
En cuanto al cambio climático, Trump ha hecho una serie de promesas, entre ellas, no ratificar el acuerdo de París.
Esperemos que las iniciativas, como la de los 375 científicos americanos (entre ellos 30 premios Nobel), atacando de frente a Trump en relación al cambio climático, puedan hacer la presión suficiente para ir desmontando este tipo de políticas que no van a beneficiar a nuestro planeta.
En su carta, los científicos explican que:
The political system also has tipping points. Thus it is of great
concern that the Republican nominee for President has advocated U.S.
withdrawal from the Paris Accord. A “Parexit” would send a clear signal
to the rest of the world: "The United States does not care about the
global problem of human-caused climate change. You are on your own."
Such a decision would make it far more difficult to develop effective
global strategies for mitigating and adapting to climate change. The
consequences of opting out of the global community would be severe and
long-lasting – for our planet’s climate and for the international
credibility of the United States.
martes, 8 de noviembre de 2016
United Nations Angelique Kidjo (embajadora)
Angelique Kidjo's message: "In Africa, where I come from, music and
environment are inextricably linked. The arrival of rains and harvests,
the beauty and harshness of deserts, the splendour and fragility of our
coasts, the greatness and richness of our forests—are all passed down
from generation to generation through music. I grew up fetching water
from wells that were away, searching for firewood, learning to survive
during heatwaves and droughts. For me, a healthy environment is a basic
human right. As a musician and an African woman, I feel the
responsibility to convey this simple but powerful message to people all
over the world, one song at a time. And I call on my fellow artists to
join me in this endeavour so that we can make a real difference for our
generation and for those who will inherit our beautiful planet."
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