¿Qué es la inteligencia ecológica?
En el año 2009, Daniel Goleman (autor de obras tan conocidas como “Inteligencia emocional”) propuso un concepto nuevo que desde entonces ha cobrado gran importancia en ciertos círculos de la psicología. Estamos hablando de la inteligencia ecológica; según este autor, se trataría de la capacidad de comprender el impacto que tienen nuestras acciones sobre el entorno.
“No basta con reciclar. Ni con comprar alimentos biológicos. Ni con cambiar las bombillas o desconectar los enchufes… Esos pasos son necesarios pero insuficientes, porque lo que hay que cambiar realmente es nuestro modo de pensar. Todos nuestros actos tienen un impacto en el medio ambiente: negarlo es de ignorantes”.
-Daniel Goleman-
Según Goleman, nuestra capacidad para entender el impacto que tenemos en el mundo se encuentra atrofiada. Debido a que estamos inmersos en una cultura consumista que hace de cortina, somos incapaces de ver cómo nuestras acciones afectan a la naturaleza. Esto no ocurría en siglos pasados, cuando las personas vivían y trabajaban en el campo. En estos tiempos, nadie olvidaba que su supervivencia dependía de la naturaleza.
El problema de tener una baja inteligencia ecológica es doble. Por una parte, los efectos negativos que producimos sobre el planeta se disparan. Pero es que, además, nuestra propia salud mental sufre por el artificioso mundo en el que nos desenvolvemos. Según diversos estudios, cuanto más desconectados estemos del mundo natural, más problemas como ansiedad o depresión tenderemos a sufrir.
La primera acción que puedes llevar a cabo para desarrollar tu inteligencia ecológica es reunir toda la información que puedas sobre tu efecto en el mundo. Por diferentes motivos, la mayoría de nosotros no somos conscientes del impacto medioambiental de nuestro estilo de vida. No entendemos lo que cuesta producir la comida que consumimos, la ropa que compramos, mantener nuestras casas o coches…
Alejandro Rodríguez