jueves, 14 de diciembre de 2017

Efecto shepard

El efecto Shepard (o escala de Shepard / tono de Shepard) consiste en escuchar el sonido de unas notas que van «subiendo y subiendo» en la escala. Pero aunque parecen no dejar de ir subiendo, octava por octava, en realidad si oyes el vídeo de nuevo… parece que siguen subiendo sin fin; de hecho puedes repetir el efecto hasta el infinito. También existe en versión continua y se denomina escale continua Risset en honor a su inventor.

El efecto lo produce la superposición de las ondas sinusoidales separadas por octavas. Dicen que es como el efecto visual infinito de los dibujos helicoidales de los postes de barbería, como la escalera de M.C. Escher Ascendiendo y descendiendo y que está presente en el Canon a 2, per tonos de la Ofrenda Musical BWV 1079 de Bach, pero en el reino del sonido. También puede oírse en Super Mario 64 y en canciones de Queen, los Beatles y Led Zeppelin, por citar algunos.



Dar un paseo por las redes sociales y buscar contenido relacionado con 'Dunkerque' nos va a conducir a una inmensa cantidad de comentarios, artículos y opiniones que ensalzan —con razón— las obvias virtudes del inmenso poderío visual del nuevo trabajo de Christopher Nolan. No obstante, y sin desmerecer este aspecto, no se está reivindicando lo suficiente su apabullante apartado sonoro; elemento clave a la hora de dar forma a la asfixiante atmósfera que envuelve al filme.

Los que hayáis podido disfrutar la película, habréis percibido que las composiciones que componen su banda sonora, además de llevar grabado a fuego el sello de identidad de Hans Zimmer, no dejan prácticamente espacio al silencio, acompañándonos en todo momento y resultando especialmente agobiantes. El truco del compositor para generar esta sensación va más allá del incesante sonido del segundero del reloj, y es un efecto conocido como "Shepard Tone".

Nolan habla del "Shepard Tone", comentando su uso a la hora de aproximarse al guión de 'Dunkerque':
Existe una ilusión auditiva llamada Escala de Shepard, que exploré con mi compositor David Julyan en 'El truco final', y basé gran parte de la banda sonora en ella. Es una ilusión donde hay un tono en continuo ascenso. Es un efecto como un sacacorchos. Siempre va arriba, y arriba, y arriba, pero en realidad nunca sale de su rango. Escribí el guión de 'Dunkerque' de acuerdo a este principio. Crucé las tres líneas temporales de un modo parecido a ese, creando una sensación constante de intensidad, así que quise construir la música de un modo similar a estos principios matemáticos. El resultado es una fusión de música, efectos de sonido e imagen que no había conseguido alcanzar hasta ahora.

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