martes, 27 de agosto de 2019

David Guarani. Activista indigena



El egoísmo de algunos, hace que otros, hacia los que ejercen violencia, tengan que pelear, desgastarse, perder tiempo, reinventar, defenderse y perder La Paz mental. Es inconsciencia, ignorancia y falta de respeto hacia la vida.
Debido a que los narcisistas se sobrevalúan a sí mismos, también nosotros terminaremos devaluados.

Tal y como hemos podido ver, lo más deseable para nuestra sociedad es esa dimensión que todos deberíamos practicar a diario: la empatía solidaria. Amin Maalouf, conocido escritor franco-libanés y experto en problemas sociales, discriminación y conflictos étnicos nos señala que educar en empatía desde la infancia nos ayudaría a construir una humanidad más solidaria. Sin embargo, las dinámicas actuales nos empujan cada vez más hacia un narcisismo entrópico y dañino.

Valeria Sabater
Lo que no vemos, no existe. Quizá sea un poco exagerado, pero por algo se dice “ver para creer”. Ha tenido que llegar el humo a Sao Paulo y oscurecer el cielo de la ciudad a las tres de la tarde el pasado 20 de agosto para creernos que el Amazonas se está quemando más de la cuenta en esta temporada de 2019.

Pero lo más grave no se ve. Hay muchos y muy importantes efectos de estos incendios. Las consecuencias no se reducen a las llamas y los árboles calcinados que aparecen en las fotos. Nadie puede ver a simple vista un proceso ecológico, del mismo modo que nadie puede observar el río más grande del planeta sin elevarse lo suficiente.

Vandalismo con consecuencias globales

Los incendios, provocados para deforestar, son la forma más rudimentaria, destructiva y barata de abrirse paso en el bosque. Se provocan a gran escala en todas las regiones tropicales del mundo, pero en el Amazonas se han batido récords este agosto.
Fernando Valladares