domingo, 28 de octubre de 2018
domingo, 21 de octubre de 2018
Intellectual vices
Education is the best way of doing that. Intellectual vices are only tendencies to think in certain ways, and tendencies can be countered. Our intellectual vices are balanced by our intellectual virtues, by intellectual character traits such as open-mindedness, curiosity and rigour. The intellectual character is a mixture of intellectual virtues and vices, and the aims of education should include cultivating intellectual virtues and curtailing intellectual vices. The philosopher Jason Baehr talks about ‘educating for intellectual virtues’, and that is in principle the best way to deal with people such as Oliver. A 2010 report to the University College London Council about the Abdulmutallab case came to a similar conclusion. It recommended the ‘development of academic training for students to encourage and equip them not only to think critically but to challenge unacceptable views’. The challenge is to work out how to do that.
Like other bad habits, intellectual bad habits can be too deeply entrenched to change. This means living with their consequences. Trying to reason with people who are obstinately closed-minded, dogmatic or prejudiced is unlikely to be effective. The only remedy in such cases is to try to mitigate the harm their vices do to themselves and to others.
Like other bad habits, intellectual bad habits can be too deeply entrenched to change. This means living with their consequences. Trying to reason with people who are obstinately closed-minded, dogmatic or prejudiced is unlikely to be effective. The only remedy in such cases is to try to mitigate the harm their vices do to themselves and to others.
martes, 16 de octubre de 2018
sinAzucar.org
SinAzucar.org, un proyecto fotográfico para tomar conciencia de nuestra alimentación
Crees que, en general, ¿le damos importancia a lo que comemos? ¿O nos dejamos llevar por el poder del marketing?
A mucha gente le gusta cuidar su alimentación pero lo hace con un criterio confundido por el marketing de la industria alimentaria. Por ejemplo, cuando publicamos que un yogur Activia 0% contenía cuatro terrones de azúcar, el comentario que más he escuchado ha sido del tipo “lo consumía porque pensaba que era sano”.
¿Cuál ha sido el producto del que más te ha impresionado saber la cantidad de azúcar?
Hay varios: los veinte terrones de azúcar de cierto café del Starbucks, el 70% de azúcar del turrón de Lacasitos o los cuatro terrones que tiene un paquete pequeño de tomate frito.
He visto que tienes algunos productos que, pese a estar destinados a niños muy pequeños, contienen elevadas cantidades de azúcar (muy superiores a las recomendaciones sanitarias). ¿Somos realmente conscientes de la gravedad que tiene esto?
Para la mayoría de la sociedad es algo que pasa inadvertido. Por ejemplo, un yogur para bebés de Nestlé tiene más de dos terrones de azúcar. ¿Realmente es necesario? Estamos acostumbrando al sabor dulce a los más peques desde muy temprano, lo que probablemente les condicionará en buscar este tipo de alimentos cuando sean un poco más mayores.
¿Nos lo pensaremos dos veces antes de volver a comer alguno de los productos que fotografías?
Espero que por lo menos sea un consumo consciente. Desde sinAzucar.org no pretendemos que la gente haga un cambio radical en su alimentación, sino que nos alimentemos un poco mejor, leamos las etiquetas, evitemos alimentos altamente procesados y dejemos estos productos para ocasiones especiales.
Marujismo.org
sábado, 13 de octubre de 2018
Juicio a Monsanto
La segunda parte de uno de los juicios del año puede comenzar esta semana en San Francisco, en una audiencia en la que el gigante agroquímico Monsanto trata de escapar de una espectacular indemnización judicial. El caso, Johnson contra Monsanto, podría abrir la puerta a innumerables demandas contra la empresa por los supuestos efectos cancerígenos de productos utilizados en jardinería en todo el mundo. La empresa presentó este miércoles sus argumentos para reclamar una repetición del juicio y por el momento ha conseguido que la juez lo considere.
El pasado 10 de agosto, un jurado popular condenó a Monsanto a pagar más de 289 millones de dólares (251 millones de euros) a un hombre de 46 años llamado Dewayne Johnson que padece una forma de cáncer incurable. Johnson padece un linfoma no Hodgkin que le da una esperanza de vida muy corta. Según Johnson, el cáncer está provocado por el uso continuado de un herbicida común llamado Roundup, fabricado por Monsanto. La sentencia, aparte de la cifra, supone un peligroso precedente para la firma, adquirida por Bayer. Según la agencia Reuters, Bayer se enfrenta a 8.000 demandas similares a esta en Estados Unidos.
Johnson trabajó en 2012 en la jardinería del distrito escolar de Benicia, un pueblo al noreste de San Francisco. Su trabajo era en parte rociar con los pesticidas Roundup y Ranger Pro. Según su demanda, contrajo el linfoma después de dos años de hacer este trabajo. El jurado consideró probado que el pesticida en cuestión fue el causante del linfoma y que Monsanto no informó en el empaquetado de la presencia del glifosato, un componente que la sentencia considera que causa cáncer. Se trata de la primera demanda de este tipo que llega a juicio. El caso fue tramitado de urgencia porque a Johnson le pueden quedar meses de vida.
En noviembre de 2017, la Unión Europea renovó el permiso para el uso del glifosato en su región por otros cinco años. En mayo de 2018, el gobierno de Emmanuel Macron insistió en su promesa de prohibirlo en 3. En agosto siguiente, un juzgado de California, Estados Unidos, ordenó a Monsanto indemnizar al agricultor Dewayne Johnson, diagnosticado con cáncer en 2014. A comienzos de septiembre de este año, un juzgado de Brasil revirtió la decisión de prohibir los pesticidas con este compuesto en el país.
La tensión por el uso del glifosato pasa en buena parte por las decisiones de jueces, legisladores y gobernantes en distintas partes del mundo. Pero en Argentina, uno de los países que más demanda químicos con este compuesto, hay un grupo de agricultores que está empezando a promover los cultivos agroecológicos. Se trata de plantaciones donde se buscan alternativas naturales para erradicar las plagas y las enfermedades sin el uso de herbicidas, pesticidas o insecticidas.
Todavía son pocos los que se unen a esta corriente de la agronomía y para Marisa Fogante, quien cultiva frutas sin el uso de químicos, la razón es clara: "en Argentina, también, la producción convencional o con agrotóxicos está muy presente, tiene mucho lobby, mucha presión, muchas empresas que financian, auspician y promueven este tipo de agricultura. Entonces obviamente nosotros venimos a cuestionar algo que, entre comillas, funciona".
Exposición al glifosato en embriones de anfibios podría generarles daños al sistema neural
La duda de esta agricultora, así como la de muchos otros no es infundada. En varias universidades argentinas, en un juzgado estadounidense y hasta en la Organización Mundial de la Salud han advertido sobre los efectos colaterales del glifosato tanto en la salud humana, como en la tierra y los cultivos rociados con RoundUp, uno de los pesticidas de Monsanto más distribuidos en el mundo.
En 2010, un grupo de investigación de la Universidad de Buenos Aires liderado por Alejandra Paganelli y Andrés Carrasco analizó cómo la exposición al glifosato en embriones de anfibios podría generarles, además de daños al sistema neural, malformaciones craneofaciales.
En 2016, un año después de que la OMS señalara al glifosato como una sustancia "probablemente cancerígena", un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina, liderado por Silvana Rosso, fue más allá y afirmó que el compuesto podría causar daños al sistema nervioso central en mamíferos expuestos a este durante el periodo de gestación.
"Nuestros descubrimientos resaltan la importancia de establecer controles rigurosos en el uso de herbicidas compuestos con glifosato para proteger la salud de los mamíferos", apuntó Rosso y su equipo en la investigación publicada en la revista 'NeuroToxicology'.
El pasado 10 de agosto, un jurado popular condenó a Monsanto a pagar más de 289 millones de dólares (251 millones de euros) a un hombre de 46 años llamado Dewayne Johnson que padece una forma de cáncer incurable. Johnson padece un linfoma no Hodgkin que le da una esperanza de vida muy corta. Según Johnson, el cáncer está provocado por el uso continuado de un herbicida común llamado Roundup, fabricado por Monsanto. La sentencia, aparte de la cifra, supone un peligroso precedente para la firma, adquirida por Bayer. Según la agencia Reuters, Bayer se enfrenta a 8.000 demandas similares a esta en Estados Unidos.
Johnson trabajó en 2012 en la jardinería del distrito escolar de Benicia, un pueblo al noreste de San Francisco. Su trabajo era en parte rociar con los pesticidas Roundup y Ranger Pro. Según su demanda, contrajo el linfoma después de dos años de hacer este trabajo. El jurado consideró probado que el pesticida en cuestión fue el causante del linfoma y que Monsanto no informó en el empaquetado de la presencia del glifosato, un componente que la sentencia considera que causa cáncer. Se trata de la primera demanda de este tipo que llega a juicio. El caso fue tramitado de urgencia porque a Johnson le pueden quedar meses de vida.
El país
En noviembre de 2017, la Unión Europea renovó el permiso para el uso del glifosato en su región por otros cinco años. En mayo de 2018, el gobierno de Emmanuel Macron insistió en su promesa de prohibirlo en 3. En agosto siguiente, un juzgado de California, Estados Unidos, ordenó a Monsanto indemnizar al agricultor Dewayne Johnson, diagnosticado con cáncer en 2014. A comienzos de septiembre de este año, un juzgado de Brasil revirtió la decisión de prohibir los pesticidas con este compuesto en el país.
La tensión por el uso del glifosato pasa en buena parte por las decisiones de jueces, legisladores y gobernantes en distintas partes del mundo. Pero en Argentina, uno de los países que más demanda químicos con este compuesto, hay un grupo de agricultores que está empezando a promover los cultivos agroecológicos. Se trata de plantaciones donde se buscan alternativas naturales para erradicar las plagas y las enfermedades sin el uso de herbicidas, pesticidas o insecticidas.
Todavía son pocos los que se unen a esta corriente de la agronomía y para Marisa Fogante, quien cultiva frutas sin el uso de químicos, la razón es clara: "en Argentina, también, la producción convencional o con agrotóxicos está muy presente, tiene mucho lobby, mucha presión, muchas empresas que financian, auspician y promueven este tipo de agricultura. Entonces obviamente nosotros venimos a cuestionar algo que, entre comillas, funciona".
Exposición al glifosato en embriones de anfibios podría generarles daños al sistema neural
La duda de esta agricultora, así como la de muchos otros no es infundada. En varias universidades argentinas, en un juzgado estadounidense y hasta en la Organización Mundial de la Salud han advertido sobre los efectos colaterales del glifosato tanto en la salud humana, como en la tierra y los cultivos rociados con RoundUp, uno de los pesticidas de Monsanto más distribuidos en el mundo.
En 2010, un grupo de investigación de la Universidad de Buenos Aires liderado por Alejandra Paganelli y Andrés Carrasco analizó cómo la exposición al glifosato en embriones de anfibios podría generarles, además de daños al sistema neural, malformaciones craneofaciales.
En 2016, un año después de que la OMS señalara al glifosato como una sustancia "probablemente cancerígena", un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina, liderado por Silvana Rosso, fue más allá y afirmó que el compuesto podría causar daños al sistema nervioso central en mamíferos expuestos a este durante el periodo de gestación.
"Nuestros descubrimientos resaltan la importancia de establecer controles rigurosos en el uso de herbicidas compuestos con glifosato para proteger la salud de los mamíferos", apuntó Rosso y su equipo en la investigación publicada en la revista 'NeuroToxicology'.
France24
viernes, 5 de octubre de 2018
jueves, 4 de octubre de 2018
Michael Kobor: huellas del abuso
DNA methylome variation in a perinatal nurse-visitation program that reduces child maltreatment: A 27-year follow-up.
This study reveals the influence of child maltreatment on DNA methylation across the genome and provides the first evidence that a psychosocial intervention program, the Nurse Family Partnership (NFP), which targets mothers at risk for abusive parenting, associates with variation in the DNA methylome in adult offspring. The 188 participants were born to women randomly assigned to control (n = 99) or nurse-visited intervention groups (n = 89) and provided blood samples and a diagnostic interview at age 27 years. Interindividual variation in the blood DNA methylome was described using principal components (PC) scores derived from principal component analysis and showed that the NFP program (PC10: p = 0.029) and a history of abuse/neglect (PC1: p = 0.029, PC2: p = 0.009) significantly associated with DNA methylome variation at 27 years of age independent of gender, ancestry, cellular heterogeneity, and a polygenic risk index for major psychiatric disorders. The magnitude of the association between child maltreatment and DNA methylation was reduced when accounting for lifestyle factors, including smoking. These findings reflect the sustained impact of both childhood adversity as well as intervention programs that target such adversity on the epigenome but highlight the need for prospective longitudinal studies of DNA methylome variation in the context of early intervention programs.
Las 'cicatrices' en las células que deja el abuso infantil
Los niños que sufren abusos pueden llevar la huella de ese trauma en sus células, una marca bioquímica que es detectable años después, según una nueva investigación de la Universidad de Columbia Británica, en Vancuver (Canadá) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos). No obstante, los hallazgos, basados en una comparación de etiquetas químicas en el ADN de 34 hombres adultos, aún necesitan la confirmación de estudios más amplios, y los investigadores no saben si este signo, con ...
Leer mas: http://www.europapress.es/epsocial/infancia/noticia-cicatrices-celulas-deja-abuso-infantil-20181002094434.html
(c) 2015 Europa Press.
This study reveals the influence of child maltreatment on DNA methylation across the genome and provides the first evidence that a psychosocial intervention program, the Nurse Family Partnership (NFP), which targets mothers at risk for abusive parenting, associates with variation in the DNA methylome in adult offspring. The 188 participants were born to women randomly assigned to control (n = 99) or nurse-visited intervention groups (n = 89) and provided blood samples and a diagnostic interview at age 27 years. Interindividual variation in the blood DNA methylome was described using principal components (PC) scores derived from principal component analysis and showed that the NFP program (PC10: p = 0.029) and a history of abuse/neglect (PC1: p = 0.029, PC2: p = 0.009) significantly associated with DNA methylome variation at 27 years of age independent of gender, ancestry, cellular heterogeneity, and a polygenic risk index for major psychiatric disorders. The magnitude of the association between child maltreatment and DNA methylation was reduced when accounting for lifestyle factors, including smoking. These findings reflect the sustained impact of both childhood adversity as well as intervention programs that target such adversity on the epigenome but highlight the need for prospective longitudinal studies of DNA methylome variation in the context of early intervention programs.
Las 'cicatrices' en las células que deja el abuso infantil
Los niños que sufren abusos pueden llevar la huella de ese trauma en sus células, una marca bioquímica que es detectable años después, según una nueva investigación de la Universidad de Columbia Británica, en Vancuver (Canadá) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos). No obstante, los hallazgos, basados en una comparación de etiquetas químicas en el ADN de 34 hombres adultos, aún necesitan la confirmación de estudios más amplios, y los investigadores no saben si este signo, con ...
Leer mas: http://www.europapress.es/epsocial/infancia/noticia-cicatrices-celulas-deja-abuso-infantil-20181002094434.html
(c) 2015 Europa Press.
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