domingo, 2 de abril de 2017

Andreu Scribá


"Aún no es tarde", dice su libro. ¿Qué hay que hacer?

Muchísimas cosas, pero afortunadamente ninguna que esté fuera del alcance de nuestras sociedades o nuestras capacidades técnicas. Fundamentalmente, activar los resortes sociales necesarios con el fin de producir cambios no lineares en comportamientos humanos. Es decir: si el cambio climático se acelera, ¡acelerémonos nosotros también! Hay cambios y acciones que hace cinco o diez años eran impensables, desde el acuerdo de París hasta la desinversión en combustibles fósiles, pasando por las batallas legales contra gobiernos y empresas o, por supuesto, el acelerón tecnológico y empresarial de las energías renovables (sólo hay que ver la curva de costes). Si somos lo suficientemente listos, podemos impulsar estos cambios, acelerarlos y conseguir que vayan más rápido que un calentamiento global que, lamentablemente, no deja de coger carrerilla. No es tarde… pero se nos está haciendo tarde.

Eldiario.es


Donald Trump acaba de dar carpetazo a las medidas más importantes aprobadas durante la era Obama para luchar contra el cambio climático. La nueva orden ejecutiva firmada por el presidente de EEUU elimina, entre otras cosas, las restricciones a la extracción de carbón en suelo federal y revisa el Plan de Energía Limpia, una de las herramientas clave de la anterior administración contra el cambio climático. Es el primer paso de su estrategia 'negacionista', pero no acaba aquí. Trump y su equipo han sido grandes impulsores de la conocida como geoingeniería solar, una polémica práctica que se pondrá en marcha en EEUU en 2018.
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