Los arqueólogos han puesto fecha a ese comienzo, han encontrado evidencias del origen del reciclaje, saben que ya se practicaba alrededor de 400 a.C. y desde entonces se ha dado de muchas maneras. Sin embargo, el reciclaje tal y como lo conocemos hoy es algo que se ha producido en el último siglo, especialmente después de la segunda Guerra Mundial.
Los ingleses preindustriales estaban tan ocupados recuperando prendas de ropa, metales, piedras y otros materiales y dándoles nuevos usos que hay historiadores que han bautizado aquel periodo como la edad de oro del reciclaje.
En ausencia de obsolescencia programada, los objetos se reparaban, se desmontaban para aprovechar algunas de sus piezas o se vendían a vendedores ambulantes, que a su vez los desmontaban y volvían a vender a los comerciantes del cristal, los metales, los trapos, el cuero y otros materiales.
El reciclaje es un componente clave en la reducción de desechos contemporáneos y es el tercer componente de las 4R (“Reducir, Reutilizar, Reciclar, Recuperar”).
Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas y componentes electrónicos.
Hay muchas webs que muestran objetos reciclados de la vida diaria. El documental Comprar, tirar, comprar habla sobre cómo nació la obsolescencia programada.