El Niño es una corriente de las aguas del Océano Pacífico ecuatorial que
experimenta una subida periódica e irregular de su temperatura. El
suceso se presenta asociado a una alteración de la presión atmosférica,
así como a cambios en el patrón de circulación de los vientos de aquel
área.
La conjunción de ambos fenómenos es conocida por los científicos como
ENSO, acrónimo formado por las primeras letras de El Niño y de la South
Oscillation -Oscilación Sur- con la que se denomina a estas
alteraciones. El súbito incremento de las temperaturas es conocido desde
antiguo, como atestiguan los cuadernos de navegación de los
descubridores españoles a comienzos del siglo XVI.
Los pescadores peruanos -que lo bautizaron como El Niño por coincidir
con la Navidad- detectaron este cambio en las aguas, que provoca la
desaparición de algunos peces, que vuelven a ser capturados una vez que
el océano alcanza su temperatura normal, y la llegada de otros.
El fenómeno ocurre entre cada tres y cinco años. "Aunque a veces -señala
Balairón-, se han presentado episodios débiles a lo largo de varios
años consecutivos, esta cadencia es la habitual". Los primeros síntomas
de una alteración anormal se detectan antes. A veces durante la
primavera, como está ocurriendo este año.
Alfredo Merino
*Brevemente: fenómeno del niño