¿Para qué necesitamos un banco de semillas?
Porque la biodiversidad alimenticia está decreciendo; según las Naciones Unidas, durante el S.XX, el 90% de las variedades agrícolas están dejando de ser utilizadas, además el 75% de las semillas "patentadas"está en manos de 4 empresas, entre ellas Monsanto.
Algunas semillas están modificadas genéticamente (son los transgénicos u OGM), su negocio es patentar la semilla natural pero modificada genéticamente en un laboratorio (si no es OGM no puede patentarse). Las modificaciones surgieron como mejora ante plagas por ejemplo, haciendo a las plantas resistentes a las mismas. El problema está en que la tierra en la que se plantan se estropea y luego solo pueden usarse esas semillas (que hay que comprar). Los continentes más afectados son África y América Latina ya que Europa, tiene unas leyes más estrictas.
Otras empresas, al igual que los agricultores, mezclan plantas (por ejemplo, varias especies de calabacines) pero no modifican en un laboratorio las semillas; son casos diferentes.
En España hay 3 bancos de semillas: Valencia y Zaragoza tienen bancos activos: dan y reciben
semillas. El de Alcalá de Henares, sin embargo, es un centro de base,
quiere decir que su misión es exclusivamente la de "conservación del patrimonio natural".
En el mundo hay unos 1.300 bancos (seis millones de muestras recogidas). El banco de semillas más grande se llama “Cámara Global de Semillas de Svalbard”, construida en Noruega para preservar todas las diferentes semillas. Tiene capacidad para guardar 2.000 millones de semillas durante siglos a 18 grados bajo cero.
Algunos países han obligado a los agricultores a destruir las semillas autóctonas y cambiarlas por semillas modificadas. Esto supone eliminar la biodiversidad natural. Los agricultores, que llevan cultivando muchos años, han guardado las originales para cuando las puedan plantar, actuando como pequeños bancos de semillas locales.
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Banco de semillas de Zaragoza |